Cuando se fabrica colirio es necesario cerciorarse de que el producto, que está compuesto por varias sustancias, se mezcle óptimamente y, sobre todo, de que sea estéril. Para ello se utiliza una instalación de vacío con dos tanques de mezcla conectados consecutivamente y equipados con agitadores de velocidad controlada. Su función consiste en mezclar con cuidado los componentes que entran de un modo completamente automático a una presión constante y emulsionarlos. Con el fin de evitar capas límite en el proceso de agitación y de garantizar una consistencia uniforme y constante, la mezcla heterogénea en los puntos expuestos se extrae del mezclador previo y se conduce hacia el mezclador final mediante un sistema de tuberías sofisticado.