Las válvulas de diafragma con revestimiento de GEMÜ son versátiles, ya que son capaces de resistir tanto en fluidos corrosivos como en altas temperaturas. Se emplean, por ejemplo, en el tratamiento de aguas, en la industria química, la industria papelera y en el sector minero.

A menudo no es posible utilizar una válvula con cuerpo metálico puro, puesto que el medio corrosivo afecta al material y lo destruye. Tampoco puede utilizarse siempre un cuerpo de plástico puro, ya que las temperaturas son superiores a las que el material resiste.

GEMÜ ofrece la solución adecuada gracias a sus cuerpos de válvula metálicos con revestimiento, que junto con el material del diafragma apropiado, se adaptan a la perfección a los requisitos más exigentes y garantizan una elevada seguridad de funcionamiento.

Principalmente se diferencia entre válvulas de diafragma de asiento profundo y válvulas de diafragma de paso ondulado.

Se utilizan principalmente en caso de fluidos espesos como lodos y líquidos con alta proporción de sustancias sólidas o fibras, ya que su paso prácticamente recto representa una ventaja frente a otros tipos de válvulas de cierre convencionales. En el caso de fluidos abrasivos como aguas superficiales con proporción de arena o lechada de cal para el tratamiento de aguas se puede utilizar un cuerpo de válvula metálico revestido con ebonita. De este modo, la parte en contacto con el fluido queda totalmente protegida por el revestimiento y previene el microarranque de virutas (hidroabrasión).

Un producto nuevo que pone la guinda a la serie de válvulas de asiento profundo es la válvula GEMÜ 657. Se trata de una válvula manual centrada específicamente en alcanzar los máximos valores Kv. La válvula High-Flow, que se puede suministrar en los diámetros nominales de DN 25 a DN 200, se ha diseñado para que al abrirla esté disponible prácticamente todo el diámetro de la tubería. Esto permite en muchos casos diámetros nominales menores que con el resto de válvulas convencionales, lo que se traduce en una reducción de los costes.

Se pueden emplear en aproximadamente el 90 % de las aplicaciones industriales. Independientemente de la aplicación para la que se utilice, a menudo estas válvulas con cuerpo totalmente metálico de función o de acero inoxidable no son suficiente, puesto que al emplear fluidos especialmente corrosivos se alcanzan sus límites. En estos casos, los cuerpos metálicos se recubren de fundición nodular GGG40.3 o incluso de microfusión de acero inoxidable 1.4408 con PFA (perfluoroalcóxido) en máquinas de moldeo por inyección de plástico de última generación. Las ventajas de este proceso unidas a los muchos años de experiencia de la empresa dan como resultado productos de una alta calidad, con características geométricas exactamente definibles, un grosor de pared constante, así como una elevada seguridad del proceso y reproducibilidad del revestimiento. Con este mismo proceso también se pueden agregar al cuerpo metálico otros materiales de alta calidad como el PP (polipropileno) y la ebonita.

Las opciones de aplicación más comunes son el ácido sulfúrico, el cloro o el hidróxido sódico.