Junto con la extracción del manantial, los pozos y las bombas, los sistemas de tratamiento y de distribución, la forma de almacenar el agua tiene una gran influencia en la calidad del agua potable. A diferencia de los tradicionales depósitos de hormigón, tales como los se encuentran en las torres de agua, los tanques grandes de acero inoxidable abren nuevas perspectivas y ofrecen mejores características de calidad para los sistemas de agua potable municipales. Los tanques de agua pueden alojarse en estructuras sencillas que se construyen a coste reducido y pueden adaptarse fácilmente, tanto estructural como visualmente, a las características de cada lugar.