Con el fin de proteger tornillos, tuercas, arandelas y clavos de acero, sus superficies se tratan mediante un proceso de galvanización. Este proceso se divide en tres etapas –tratamiento previo, deposición de metales y tratamiento posterior– y dura aproximadamente 3,5 horas. En el transcurso de este proceso, la galvanización solo dura aproximadamente 90 minutos.