Según la Organización Mundial de la Salud, un contenido de boro >0,5 mg/l en agua potable perjudica la salud. Asimismo, se ha demostrado que un contenido de boro excesivo en aguas de regadío para plantas destinadas al consumo también puede ser perjudicial para personas y animales. Esto significa que, además de las sustancias nocivas conocidas hasta ahora, el boro representa un nuevo desafío para el tratamiento del agua potable. La aplicación que se muestra aquí representa un proceso novedoso y visionario.